La historia de Chanchi, una jabalí criada a mamadera en Buratovich que hoy vive en un santuario.
Opción Rural
Esta es la tierna historia de Sabrina y la Chanchi, una pequeña jabalí bebé que quedó desamparada en el campo junto a su hermano, se estima que debido a que algún cazador mató a su madre. El otro cachorro, asustado, se escapó y no pudieron encontrarlo para cuidarlo.
Sabrina Barabach, es una joven de Mayor Buratovich, que ama los animales y su sufrimiento no le es indiferente. Cuando su padre le trajo la chanchita, un 1 de Octubre del 2021, sabia porque lo hacia, tenia claro que dejaba en buenas manos a un pequeño ser con muy pocos días de vida.
Nos cuenta Sabrina: -“Con apenas unos días de vida, tuve que criarla con mamadera, dándole leche cada tres horas en un principio. Aun recuerdo el miedo que tenía y como de a poco fue tomando confianza”
-“ La tuve un buen tiempo en el patio de casa hasta que empezó a crecer y tuvimos que buscar un lugar un poco mas amplio, la lleve a un predio donde durante el día estaba suelta pero de noche la encerraba por miedo a que le pase algo. Su nombre es Chanchi, buscamos otros nombres al principio pero empece a notar que ella se identificaba con ese, la llamaba y venia, entonces definitivamente le quedó ese nombre”.
Sabrina nos cuenta también la forma de interactuar de su peculiar mascota, – “También se generó un vínculo muy lindo con mi perrita Vera, que adoptó a Chanchi como si fuera su hija, y me acompañaba a darle la leche, jugaban, dormían juntas y cuando íbamos al campo el fin de semana La Chanchi copiaba en todo a la perrita, incluso se acostumbró a andar con correa. Y la perrita que no le gustaba el agua, con La Chanchi si le gustaba y jugaban. La verdad que se hicieron muy compañeras.”
Los meses fueron pasando y como todo bebe necesitaba incorporar otro tipo de alimentos a su dieta por lo tanto -“en diciembre, la gordita, ya no tomaba más mamadera – nos cuenta Sabrina- tenía otro tipo de alimentación, comía muchas verduras, que yo misma recolectaba en las verdulerías de Burato, balanceado, cereales, ya estaba mucho más grande, entonces me puse en campaña de conseguir un lugar adecuado para ella. Mi idea siempre fue darla en adopción a personas que le den amor, que la cuiden, que sea un lugar seguro y amplio para que ella pueda estar lo más libre posible y que no la usen para hacer negocio”.
La búsqueda de un lugar que reúna las condiciones ideales para La Chanchi fue un gran desafío, a través de redes sociales e internet Sabrina intentó contactarse con santuarios de animales, granjas educativas o fundaciones de protección animal. Lugares que consideraba apropiados para darla en adopción. Pero en muchos casos encontró negativa dado que consideraban al animal como “salvaje”, ya que es considerado en Argentina como especie exótica invasora, nos explica Sabri, otros porque no tenían mas recursos ni espacios disponible para mas animales.
Dadas las negativas en relación a granjas o santuarios, desistió de esta idea y comenzó a publicar en redes para ver si encontraba un adoptante particular, tal vez alguien que la quiera como mascota en el campo, obviamente siempre con la condición de cuidado y cariño como había sido criada. Por este lado tampoco resulto fácil ya que los interesados tenían idea de negociarla, solo uno era apto, pero tenía ya un jabalí que había encontrado y lo había criado, por lo cual no le quedaba lugar para dos. Por lo tanto, la posibilidad del adoptante particular también fue descartada.
-” volví a la idea de santuarios, granjas, hice contacto con distintos rescatistas que tal vez me podían ayudar y ahí me surgió la duda de que si yo tenía el ok de un santuario de qué manera la iba a trasladar? porque la mayoría de estos lugares estan en Buenos Aires o incluso en otras provincias”.
Y párrafo aparte, aquí comienza otra odisea para Sabrina cuando al comunicarse con SENASA le dicen que el transporte de chanchos jabalí está prohibido. Como su voluntad era más fuerte que cualquier negativa, intenta comunicándose con Fauna de la Provincia de Buenos Aires, – “Cuando me contacto con ellos, -nos relata- lo primero que me dicen es que no hay permisos para trasladar este tipo de animales y que yo estaba cometiendo un acto ilegal. Igualmente les consulto si ellos sabían de algún lugar para poder llevarla y me dan el contacto de un zoológico y una granja.”
A pesar de que ella no está de acuerdo con los zoológicos, se pone en contacto con ellos pero no tenían lugar… conclusión… fue por la granja. Una granja ubicada en Tandil, como no podía ser de otra manera, se fue a Tandil a conocer el lugar, pero no resultó ser el más apropiado para La Chanchi. Mientras tanto, Sabrina continuaba insistiendo con las instituciones correspondientes sobre la solución y los requisitos para el traslado.
Hasta que apareció un santuario en la provincia de Entre Ríos, llamado Tekove Mymba, al fin alguien le responde que sí, la aceptaban, y acostumbrados a estas situaciones la asesoran para iniciar los trámites correspondientes, hablar con Fauna Nación y provincia de Buenos Aires para poder hacer los traslados como corresponde. Nos comenta – “como ya venía hablando con estos organismos y no tenía respuesta, logro contactar a Fernando Pieroni, es un rescatista de Buenos Aires, voluntario del santuario que aceptó a la chanchita, una persona que ni bien lo contacté se puso la camiseta y entre los dos empezamos a tocar estos tres organismos, Fauna Provincia de Buenos Aires que nos permitía que la chanchita salga de la provincia, Fauna provincia de Entre Ríos que tenía que dar la autorización para que la chanchita ingrese a la provincia de Entre Ríos y el Ministerio de Ambiente de la Nación que es el que nos permitía el traslado interprovincial o sea de una provincia a otra. Teníamos que lograr con Fernando que estos tres organismos nos den todas las autorizaciones que necesitábamos, mucha burocracia, muchas trabas, estuvimos más de 30 días tratando de conseguir estos permisos. Lo bueno fue que cuando me pude contactar con este chico (que tiene mucha llegada a las redes sociales), en la provincia dejaron de decirme: -no te vamos a dar un permiso para trasladarla porque eso no nos corresponde a nosotros”.
-“Por la cantidad de trabas y la burocracia tuvimos que postergar el traslado tres veces, ya teníamos todo organizado, teníamos el ok por parte de los organismos pero teníamos que lograr que ellos se pongan de acuerdo, y siempre salían con algo nuevo.”
“Fue difícil y desgastante”, nos comenta Sabrina, pero se lograron las tres autorizaciones por lo cual la chanchita viajó en primera instancia a La Plata y desde ahí al santuario en Entre Rios.
– “Fernando se encargó del traslado, vino en su camioneta con un amigo, hicieron más de 2000 km para trasladarla, con una jaula, la acomodaron para que viaje lo más cómoda posible. La convencí para que entre en la jaula convidándole torta, masitas, manzanas. El santuario está ubicado en el departamento de Colon, al mismo llegan animales de distintas provincias provenientes de zoológicos cerrados y también animales rescatados. Ahora La Chanchi va a tener un predio de varias hectáreas, con árboles, pastizales, va a estar libre, va a estar con 3 chanchitas más, y en el caso de incorporar un macho el mismo va a ser operado para que no siga la reproducción en cautiverio. Tendrá la vida digna que merece, en un lugar hermoso, amplio, seguro, con personas que realmente están comprometidas y hacen un trabajo admirable, así que feliz de haber logrado que pueda estar en este lugar que sin dudas es el mejor lugar que podría haber conseguido”.
Como todos sabemos, el amor todo lo puede y el deseo de brindarle un buen hogar a un animal que fue criado con tanto cariño tuvo la fuerza necesaria para saltar todos los obstáculos hasta lograr el objetivo. – “Se extraña porque hace un año que estábamos todos los días juntas, la veía todos los días y compartíamos horas, pero siempre hay que trabajar el desapego y buscar lo mejor para ella y mejor lugar que este imposible. Me hubiera encantado quedármela pero no tengo el espacio”.
-“En estos días muchas personas que vieron las historias que compartí en redes sociales, me estuvieron escribiendo, Les recomiendo que sigan a Fer Pieroni (rescatista) y Tekove Mymba(santuario) en Instagram para que vean el gran trabajo que hacen, lo comprometido que están con los animales, siempre están con diferentes causas y hacen colectas por medio de redes sociales para poder trabajar en todas esas causas que son hermosas”.
ANÉCDOTA: “Al principio la tenía suelta hasta que un día se me apareció un perro desesperado, por suerte justo la acababa de encerrar, así que a partir de ahí la tenía encerrada en un corral durante el día y a la noche la pasaba a otro sector donde estaba más segura. La sacaba con una correa para que camine y coma pasto, la gente pasaba y paraba a mirarla, a tocarla, no lo podían creer, los mismos vecinos se sorprendían de que fuera tan buena, que andaba conmigo y mi perrita. Era muy gracioso porque La Chanchi, en el último tiempo pesaba el doble que yo”.
Gracias Sabrina, no solo por este gran gesto de amor por los animales sino también por este ejemplo de determinación, de compromiso, de voluntad, de constancia. El amor todo lo puede y una vez más aquí quedo demostrado.
Por: Alejandra Garayeta