Cómo es el mundo que se está perdiendo la Argentina
En un contexto global de alta demanda y precios en alza, es el único gran exportador de carne vacuna que reduce sus ventas al exterior por causas que no tienen que ver con el funcionamiento del negocio. Con los números del primer trimestre sobre la mesa, se analiza quiénes ganaron y cuáles son los perjuicios para el país de este autoflagelo. Por Lic. Miguel Gorelik.
Con 72 mil toneladas equivalente carcasa (tec) exportadas en marzo, la Argentina completó 195 mil tec en el primer trimestre del año, lo que marcan una caída de 7% con respecto al mismo período de 2021.
Este pobre desempeño contrasta con lo observado en un mercado mundial que sigue creciendo en volumen y, muy especialmente, en precios.
Además, la Argentina es el único país entre los grandes exportadores de carne que está reduciendo sus ventas al exterior por causas distintas a problemas comerciales o derivados del ciclo ganadero.
Se trata de un daño autoinfligido, basado en la supuesta protección de su consumo interno que, sin embargo, muestra uno de los niveles más altos en el mundo, considerando carnes rojas y blancas, a pesar de la rampante crisis económica y de un nivel de pobreza vergonzante.
Estos hechos y conceptos no son nuevos, pero resaltan en estos días en que se conocieron las exportaciones de marzo de los miembros del Mercosur, las importaciones chinas del mismo mes y la nueva actualización del USDA sobre el mercado mundial de carne vacuna.
Un mercado mundial creciente
Si bien la última revisión (abril) de las proyecciones del USDA ajustó hacia abajo las importaciones mundiales en 138 mil tec para este año, el nuevo número sigue siendo mayor a cualquier otro registrado en los años previos.
Del recorte, 100 mil tec corresponden a China que de todos modos sigue teniendo el récord de compras para este año, con 3,15 millones de tec, nada menos que 130% mayores que lo que importaba hace sólo cuatro años, convirtiéndola en la gran dinamizadora mundial. Este año no sólo mantiene la primera posición -como en los anteriores tres- sino que superará al segundo (EE.UU.) en 100%. En 2018 ambos empataban en el primer lugar con 1,3 millones de tec.
Otro mercado que registró una revisión importante es Chile, cuyo pronóstico de importación ahora es de 450 mil tec, 20% más que en la edición de enero.
Entre los restantes importadores, los cambios son de menor envergadura.
Los exportadores
De los principales exportadores el único que, en la visión del USDA, bajará sus embarques, por segundo año consecutivo, es la Argentina. Inclusive, en la revisión de abril se retrajo aún más el pronóstico hecho en enero.
Así, de las 819 mil tec de 2020 se pasó a 730 mil en 2021 y este año quedaría en 700 mil (en enero se habían estimado 738 mil). Para ajustar estos números al factor de conversión que se usa en el país, esos datos son equivalentes a 903 mil, 805 mil, 772 mil y 814 mil, en ese mismo orden.
Brasil, con un pequeño ajuste desde el trabajo de enero, alcanzaría el nivel de exportaciones más alto de los últimos años: 2,6 millones de tec.
La India también recuperará ventas al exterior. Y lo mismo Australia, que recobrará una parte de las faenas perdidas por la liquidación por sequía de los años anteriores.
Otros tres exportadores que verán un pequeño ajuste a la baja son Estados Unidos, Uruguay y Paraguay, pero los tres vienen de récords recientes en 2021.
Cómo vienen las exportaciones en 2022
Hace dos semanas, analizamos los embarques de Brasil y de Uruguay en el primer trimestre, con amplios avances en volumen y mucho mayores en precios. Brasil incrementó 37% el tonelaje y Uruguay 20%.
Ahora, podemos agregar los datos de la Argentina y Paraguay.
La Argentina tuvo un salto inesperado en los embarques de marzo, con 72 mil tec pero aun así acumula una retracción del 7% en el primer trimestre. Esperamos una media de 65 mil tec por mes, dadas las restricciones presentes.
Paraguay, por su parte, que venía empatando los buenos números de 2021, tuvo una caída en marzo por la imposibilidad de seguir abasteciendo a su segundo mercado, Rusia, por su invasión a Ucrania y las penalizaciones económicas y financieras sobrevinientes de buena parte del resto del mundo.
De Estados Unidos y de Australia contamos sólo con lo realizado en el primer bimestre.
Vale señalar que Estados Unidos alcanzó en enero su récord histórico mensual en valor exportado. Lleva un 10% de ganancia interanual en volumen en los dos meses.
Australia tiene un pequeño retroceso, que superará según las proyecciones del USDA. Hay que tener en cuenta que la faena en ese país en enero y febrero fue 20% inferior a la de 2021 y nada menos que 47% más baja que en el mismo bimestre de 2020. Esto significa que los embarques al exterior han representado una fracción más alta de su producción de carne.
Las importaciones chinas del primer trimestre
China sufrió considerablemente la ausencia brasileña, su primer abastecedor, durante los más de tres meses que este país no pudo producir con aquel destino por un problema sanitario.
Si bien proveedores como Uruguay, Nueva Zelandia y Estados Unidos tomaron ventaja de tal ausencia y aumentaron sus ventas a China, la carne brasileña no se pudo compensar por completo y China debió reducir sus compras.
Pero ya en marzo, con la casi normalización de los envíos de Brasil, quedó cerca de recuperar sus niveles de importación, como se ve en el cuadro siguiente.
Los precios también se destacan
El año 2021 observó una tendencia creciente en los valores de la carne vacuna, que todavía se extiende.
Para poner algunos números, Brasil exportó en el primer trimestre a un precio 29% más alto que un año atrás (39% para China), la Argentina +35% y Paraguay a +20%. Estados Unidos logró una mejora de 34% en el primer bimestre.
Del otro lado del mostrador, China aumentó en 40% los precios pagados en frontera, también comparando los valores del primer trimestre de ambos años.
Los demás países no brindan información sobre valores tan rápidamente.
Semejantes incrementos de precios en un año son verdaderamente destacables.
Los perjuicios para la Argentina
Especialmente en este contexto, la restricción de las exportaciones argentinas aparece como un error garrafal.
Es muy difícil de entender a quién se favorece. Pero es fácil saber qué se perjudica: las intenciones de invertir en toda la cadena, las de generar empleo de calidad, las relaciones de largo plazo con los clientes del exterior -que en todo el mundo se defienden como tesoros- y el mismo abastecimiento de carne para el mercado interno, si se tiene un horizonte un poco más allá de las narices.
Una más en la larga lista de grandes curiosidades del país.
Por Lic. Miguel Gorelik, Director de Valor Carne