Clima: “La Niña” en camino a convertirse de moderada a fuerte
Durante la primavera 2021, El Océano Pacífico Ecuatorial se enfriará, pasando a un estado de “La Niña” moderada a fuerte, a lo que sumarán los vientos polares por encima de su nivel normal y el enfriamiento del Litoral Atlántico.
Desde el punto de vista térmico, se observarán descensos térmicos tardíos, con riesgo de heladas, al mismo tiempo que empezarán a sucederse episodios con altas temperaturas en orden creciente.
A pesar que “La Niña” tiene efecto positivo sobre el área, El Noroeste Argentino, Bolivia y el oeste del Paraguay observarán un comienzo tardío de la temporada de lluvias, pero una vez iniciadas, tomarán intensidades superiores a lo normal, con riesgo de tormentas severas, desbordes de ríos y arroyos, etc.
Contrariamente, el enfriamiento del Atlántico, los vientos polares y “La Niña” actuarán negativamente sobre el sudoeste y el interior del área agrícola argentina, haciendo que no logren reponer totalmente sus reservas de humedad.
Por su parte, las zonas cercanas al Litoral Atlántico, como el este de la Región Pampeana, la Mesopotamia, el este de la Región del Chaco, la Región Oriental del Paraguay, el Uruguay y el sur del Brasil, recibirán buenos aportes de humedad marina, que compensarán en buena medida la acción negativa de “La Niña” y los vientos polares, permitiendo que reciban buenas lluvias, que mantendrán sus reservas de humedad, aunque hacia el final de la estación se observarán bolsones de sequía.
Se incrementarán las precipitaciones en las altas cuencas de los grandes ríos Paraná y Paraguay, mejorando el calado de los puertos fluviales, si bien este proceso será lento, y recién comenzará a notarse hacia el final de la estación.
Al comienzo del verano 2022 el área afectada por sequía alcanzará su máxima extensión en las zonas donde el efecto de “La Niña” es negativo, alcanzando a gran parte de la Región Pampeana, el este de Cuyo, el este del NOA, el norte de la Región Oriental del Paraguay, el sur y el centro de la Mesopotamia y gran parte del Uruguay, mientras que el centro de Buenos Aires, la Región del Chaco, el sur de la Región Oriental del Paraguay, el norte de la Mesopotamia y el sur del Brasil observarán condiciones regulares a buenas.
Contrariamente, las zonas donde los efectos de “La Niña” son positivos, como el oeste y el centro del NOA, el oeste de Cuyo y el noroeste de la Región Pampeana observarán precipitaciones superiores a lo normal, con riesgos de tormentas severas, y otros fenómenos extremos, aunque este comportamiento no alcanzará al Chaco Paraguayo, que sufrirá una moderada sequía.
Hacia el final de la estación, las precipitaciones retornarán gradualmente, pero continuarán observándose amplios bolsones de sequía en toda el área donde los efectos de “La Niña” son negativos, afectando especialmente al interior de La Argentina, y otras zonas.
Las lluvias continuarán siendo abundantes en las altas cuencas del Paraguay y el Paraná, pero no lo harán en sus bajas cuencas. No obstante, es probable que los aportes de las altas cuencas logren recuperar en buena medida el calado de la Hidrovía y los puertos fluviales, pero esto se concretará recién hacia el final de la estación.
La llegada del otoño 2022 marcará la etapa final del año climático 2021/2022 y el inicio del año climático 2022/2023 hacia el comienzo del invierno de 2022.
Las precipitaciones continuarán concentrándose sobre el litoral marítimo y fluvial mientras el sudoeste y gran parte del interior del área agrícola argentina continuarán exhibiendo una gran extensión con déficit hídrico.
El Noroeste Argentino y Bolivia continuarán observando precipitaciones superiores a lo normal, con riesgo de tormentas tardías severas y desbordes de ríos y arroyos.
Las temperaturas, se mantendrán elevadas durante Abril, pero es probable que Mayo registre un comienzo temprano de la temporada de heladas.
Las lluvias se reducirán en toda la Cuenca del Plata, determinando una bajante temprana de los grandes ríos, aunque es probable que la misma no sea tan pronunciada como la observada en el otoño-invierno de 2021.
La totalidad de los Servicios Meteorológicos de distintos países, consultados por el Servicio Meteorológico Nacional Australiano, indican la proximidad de un episodio de “La Niña”, si bien difieren en la intensidad del mismo. Esta perspectiva continuará ajustándose a medida que se cuente con nuevos indicadores.
Lo expuesto confirma la tendencia señalada en los informes anteriores de esta serie, en el sentido que se está frente a un escenario climático muy contrastante geográficamente, y muy irregular en su marcha temporal, que plantea fuertes desafíos a la producción, que será necesario superar con un cuidadoso planteo agronómico y un uso racional de los recursos tecnológicos disponibles.
Por ingeniero Eduardo Sierra – Extractado del Informe de Perspectivas Agroclimáticas