Mujeres en la gestión: experiencias de hoy, expectativas a futuro
El INTA trabaja en la formulación de un plan integral en pos de la equidad de género que facilite la igualdad de oportunidades en el acceso a los puestos de decisión. Conversamos con 6 mujeres con roles clave en los Consejos del organismo sobre cómo se desempeñan en un ámbito donde existe disparidad en favor de los hombres y cuáles son sus expectativas en ese sentido.
En el mes de la mujer, 6 Consejeras en diversas instancias de decisión –Directivo, Regional y de Instituto– relataron sus experiencias en el INTA. En esta nota revelan las dificultades y expectativas con relación a sus roles, de cara al futuro.
Liliana Monterroso es la Decana de la Facultad de Agronomía de la UNCPBA y miembro del Consejo Directivo Nacional del INTA, en representación de las Facultades de Agronomía de las Universidades Nacionales.
Inició su vínculo con el INTA como consejera del CERBAS y hoy integra el Consejo Directivo Nacional (CD), tras la propuesta unánime para representar a AUDEAS (Asociación Universitaria de Educación Agropecuaria Superior), en el espacio previsto para las Facultades de Agronomía Nacionales.
“Al inicio de mi gestión en el CD era la única mujer y debo reconocer que no tuve dificultad para cumplir con el rol”, aunque reconoció claramente los hechos de violencia en general y en particular que están sucediendo contra las mujeres.
Es así que considera esencial que se fortalezcan las políticas públicas que conducen a efectivizar los derechos reconocidos por la normativa internacional aprobada en nuestro territorio Nacional (Ley 24.632 y la Ley Nacional 26.485). “El trabajo de los organismos competentes en nuestro país es fundamental para que la protección a las mujeres sea inmediata y expedita”, dijo.
No obstante, de acuerdo con la Consejera, el lugar de las mujeres en las diferentes actividades avanza cada día. Mencionó, como ejemplo, el protagonismo “en investigación científica en Argentina que resulta en el país con mayor porcentaje de participación de mujeres en publicaciones científicas mundial, alcanzando el 51 %,”, citando el estudio “El viaje del investigador a través de la lente de género”, realizado por Elsevier en 2020. A pesar de que “el dato es muy alentador para las jóvenes investigadoras, en otras áreas laborales aún no se vislumbra esta tendencia, para lo cual hay que seguir trabajando”, indicó Liliana.
“En el ámbito laboral público y privado, cada día somos más las mujeres que ganamos concursos, nos graduamos, trabajamos, somos electas para cargos directivos, somos parte de gestiones y grupos de trabajo, algunas también somos madres, somos hijas, todas somos motor del crecimiento de nuestro país”, afirmó.
Eliana Smitsaart, Presidenta del Consejo del CICVyA, realizó su carrera de post grado en INTA como becaria de investigación y luego como investigadora en el Instituto de Virología. En 1998 ingresó a la industria, a través de Biogénesis Bagó.
“La mirada de la industria de alguien con antecedentes científicos y de relaciones con diversas instituciones públicas y privadas permitió mi incorporación al Consejo”, manifestó Eliana, quien siempre mantuvo un vínculo estrecho con el INTA por trabajos conjuntos y convenios de investigación.
Contó que en el CICVyA la representatividad de la mujer es importante y se observa en los actuales puestos de directoras de Instituto y Gerencia. “Esto se debe, en gran medida, a la impronta en investigación que tiene el Centro y que cada vez es mayor la proporción de mujeres asociadas a las disciplinas relacionadas con la investigación, donde se destacan muchas profesionales que, además de contar con talento para la investigación, cuentan con capacidad y vocación de asumir puestos de gerenciamiento”.
En su experiencia como consejera, resaltó el respeto en el espacio frente a los diferentes puntos de vista: “Es un ámbito donde todas las voces son consideradas, tanto en el Consejo de Centro como en las reuniones de presidentes de Consejos de Centros Regionales y de Investigación”.
Para Eliana, “cada vez son más las mujeres que alcanzan puestos de mando y su desempeño es, en general, de alta calidad”. Sin embargo, destacó la importancia de considerar que durante su carrera ellas se reparten entre tareas profesionales y de cuidado, lo cual, a veces, perjudica o enlentece su crecimiento. “Mi expectativa es que se vea reflejado en políticas públicas que aporten soluciones a las actividades de cuidado, que hoy en gran medida están centradas en la mujer”, dijo.
María Cecilia Fernández Belmonte, representante de la Universidad Nacional de San Luis, fue Presidenta y Vice presidenta del Consejo Regional La Pampa – San Luis, continúa como Consejera. Su temprano vínculo con el INTA se lo debe a su padre, socio fundador de la Cooperativa del INTA San Luis en Villa Mercedes, quien la acercó a la Institución.
“Al participar en el CR y luego a nivel Nacional en las Mesas de Presidentes del INTA, siempre sentí una excelente oportunidad para aportar enlaces e ideas”, señaló. Si bien ella nunca sintió en ese ámbito una dificultad para expresarse con libertad, expresó que en el último tiempo todo fluyó más naturalmente y que “no se pueden negar los cambios en los últimos años con respecto al empoderamiento de la mujer”.
Entiende que ya hubo una bisagra con respecto a la visión: “Estamos en igualdad de condiciones para desarrollar y trabajar en todos los roles y sitios donde se nos asigne, eso lo podemos ver plasmado en el INTA como en cualquier ambiente, desde fábricas, gestiones gubernamentales, sanitarias, educativas y culturales”.
En ese sentido, agregó: “A medida que pasa el tiempo, esto se ve más enraizado y fluye hacia la naturalidad; obviamente estamos en procesos de transformación de mentalidades, que como todo proceso lleva su tiempo”.
Ramona Sucena Contreras, conocida como Pepita, es consejera local representante de los productores agrícolas de Patagonia Sur (Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego) y actual Vicepresidenta del Consejo Regional, primera mujer en ocupar ese cargo.
“En varias ocasiones, en años anteriores en reuniones presenciales, me tocó ser la única mujer; si bien siempre pude trabajar expresando plenamente mis ideas y mi postura siempre fue escuchada, más de una vez sentí el ninguneo y el menosprecio por el trabajo que desarrollamos las mujeres”, manifestó.
Si bien no tuvo dificultades en el desarrollo de su trabajo por ser mujer, después de un incidente con un consejero, tomó conciencia de lo marcado del patriarcado en algunos hombres y la necesidad de erradicarlo de cualquier ámbito, incluyendo las instituciones.
“Me encantaría que las nuevas generaciones no tengan que ver esa lucha que todavía hoy tenemos las mujeres rompiendo estereotipos para hacernos espacio, cuando debiera ser totalmente natural que los cargos de decisiones sean ocupados por personas dignas del cargo, sin importar el género”, dijo. “El Consejo Regional del INTA existe desde la misma creación de la Institución y, en Patagonia Sur, soy la primera mujer en llegar a un cargo directivo cuando ya llevamos 21 años de este milenio”, explicó.
Marina Pérez Zelaschi, Presidenta del Consejo del Centro de Investigación de Agroindustria (CIA – CNIA) y representante de la comunidad científica técnica, tuvo la oportunidad de interactuar con ese Centro como profesional del INTI en temas de nanotecnologías aplicadas.
“El rol de presidir el Consejo del CIA, además de lo honrada que me hace sentir, es una experiencia muy gratificante porque conseguimos generar un ´afecto societario´ que va mucho más allá de las diferencias de género, de representación formal y disciplinares”, consideró Pérez Zelaschi. “Tenemos buena capacidad de escucha de las diferentes opiniones y logramos, con creatividad, sentido común y buena onda que el Consejo funcione como equipo”, contó. Es así que la consejera, que dirige la carrera de Ingeniería Industrial en la UNSAM, no encontró dificultades para cumplir con su rol.
En muy pocas oportunidades se sintió discriminada por ser mujer, pero aclaró: “Esas pocas fueron obstáculos importantes en mi carrera y de ellos aprendí la resiliencia y que, cuando algo sale mal, lo que viene puede ser mejor”.
Con respecto al rol de la mujer observó: “Será un desafío para todas las organizaciones que la emergencia de las líderes mujeres no ocurra por imposiciones de cupos o cuotas sino desde el reconocimiento de su legítima contribución en procura de mejores organizaciones, y esto se traduzca en el ejercicio formal en puestos de conducción, traspasando el invisible ´techo de cristal´”, aseguró.
Gabriela Feresin es Presidenta del Consejo del CR Mendoza-San Juan, luego de resultar seleccionada como Representante de la Comunidad Científica de San Juan, en el Consejo del Centro Regional.
“Como mujer no sentí diferencia por serlo, tengo carácter y convicción en lo que hago, probablemente eso ayuda al momento de llevar adelante el rol; aunque hubo varias oportunidades en las que era la única mujer en el Consejo”, dijo. “Si bien siento que siempre se me trató con respeto e igualdad, me sentí cómoda con todos, una vez hubo un atisbo de comentario respecto a ser mujer, puse orden inmediatamente expresando que no correspondía y nunca más volvió a ocurrir”.
Según Egly Feresín, en general, los papeles para desempeñar funciones, gestiones o direcciones deben estar vinculados con las capacidades demostrables, no con el género de las personas. Al respecto, amplió: “Preferiría que no hubiera que imponer ´cupos´ para obtener posiciones y que ellas sean consecuencia de la idoneidad y formación de cada uno, independientemente de ser mujer, hombre o de pertenecer a alguna diversidad”.
Sobre el rol de la mujer, para ella la mejor experiencia fueron los recientes concursos y puesta en funciones en el INTA de la dirección de las Estaciones Experimentales Agropecuarias (EEA) del CR Mendoza – San Juan, “donde de las 5 Unidades resultaron como mejores propuestas de gestión las de 3 mujeres, quienes estarán ejerciendo la función de Directoras en las EEA Rama Caída, Mendoza y la de San Juan”.
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