Recomendaciones para afrontar la sequía en ganadería de cría
Técnicos del INTA de Entre Ríos brindaron pautas claves para atravesar la merma de rendimiento del forraje. Además, los puntos a tener en cuenta para lograr una mejor organización.
El invierno seco y la niña generando condiciones de déficit hídrico generan la necesidad de prestar atención a la ganadería de cría. Principalmente Entre Ríos mostró una importante falta de agua en diversas zonas.
Para ello, técnicos del INTA Paraná, Concordia, La Paz y Feliciano elaboraron un documento para brindar pautas a la hora de atravesar estas condiciones. En este sentido, el documento destacó que los sistemas ganaderos de cría del norte de Entre Ríos, representan el 50 % del total provincial.
La ganadería en esta zona se desarrolla en áreas de bosques nativos y pastizales dominados por gramíneas, cuya productividad se concentra en primavera y verano, con alta variabilidad en función de las precipitaciones.
“Una proporción importante de predios ganaderos trabajan con carga superior a la que puede ser cubierta con los recursos forrajeros disponibles y sin un ordenamiento del rodeo según los requerimientos nutricionales de cada categoría, compatible con la oferta forrajera”, detallaron los técnicos.
A este escenario se sumó el efecto de la sequía. “El déficit de precipitaciones que se ha registrado durante el año, afectó el crecimiento del campo natural desde fines de invierno, un período crítico en el que se concentran las pariciones y es necesario contar con forraje disponible para mantener la condición corporal de las vacas, que empiezan a lactar y deberían preñarse en primavera”, sostuvieron desde el INTA.
Los técnicos analizaron el contexto de este año y recomendaron que, en función de los pronósticos de falta de lluvias para los próximos meses, es necesario diagramar una estrategia. En este sentido, se busca reducir el impacto de la sequía a través de dos vías: incrementar la oferta forrajera y reducir la demanda animal.
“En predios con lotes de aptitud agrícola, sería recomendable implantar recursos forrajeros, utilizables mediante pastoreo directo como sorgo forrajero o como heno. Así como la suplementación estratégica con granos o forraje externos al predio, especialmente en los vientres de pobre condición corporal”, detallaron los técnicos.
Por su parte, comentaron que el destete precoz es una herramienta que puede reducir la demanda energética de las vacas y sostener los requerimientos de los terneros. También, la eliminación de categorías improductivas y la planificación, mediante la confección de un balance forrajero, son claves para hacer frente a eventos climáticos extremos.
“Aunque no podemos evitar el impacto de eventos climáticos extremos como la sequía, estar mejor organizados, sobre la base de la planificación forrajera y los registros del sistema productivo, nos ayudará a atenuar el impacto”, concluyeron los técnicos del INTA.
Fuente: Agrofy News