Siembra de pasturas en primavera: claves para el éxito

Es sabido que la mejor época para la siembra de pasturas puras de alfalfa o bien consociadas con gramíneas, es en el otoño. Esto debido principalmente a las buenas condiciones de; temperaturas del suelo, nivel de humedad que permiten una rápida germinación así como el desarrollo radicular de la planta, que posibilita luego con la llegada del verano, explorar el suelo en busca de humedad, además de poder arraigarse correctamente, característica muy importante en las pasturas destinadas a pastoreo directo.

De no ser posible la siembra de otoño, por circunstancias de tipo climáticas, de manejo (atrasos en la cosecha del cultivo antecesor, control deficiente de malezas en el potrero, sobre todo de gramón o sorgo de Alepo) o financieras (falta de liquidez momentánea), existe la alternativa de la siembra de primavera, con la que se pueden obtener similares resultados siempre y cuando, se preste especial atención a algunos factores que deben ser controlados por el productor:

  • Momento de siembra. A la salida del invierno con buena humedad en el suelo.
  • Preparación del suelo. firme y con poco rastrojo en superficie para evitar que la semilla quede arriba del mismo, sin entrar en contacto con la tierra. Profundidad de siembra no más de 2,5cm, se corre el riesgo de que plántula no llegue a emerger. Es muy importante lograr una cama de siembra libre de malezas, por lo que se recomienda hacer una pulverización presiembra con Glifosato + Fluemetsulan.
  • Especies que mejor se adaptan. Las que mejor se adaptan son las de semillas más grandes con mejor vigor inicial y buen crecimiento durante primavera y verano. En las gramíneas se adaptan muy bien el agropiro, la cebadilla, el pasto ovillo, las festucas continentales. En cuanto a las leguminosas, se pueden sembrar alfalfa, trébol rojo, lotus tenuis, lotus corniculatus y melilotus.
  • Densidad de siembra. Es conveniente aumentar en un 20 a 25% la densidad de semilla con respecto a lo que se usa en otoño ya que las plantas no van a tener condiciones para macollar y cuanto antes cubran el suelo mejor va a ser el resultado de la pastura.
  • Control de malezas. Fundamental. Si hay antecedente de malezas gramíneas, ojo la siembra de consociadas. Atención residualidad de herbicidas cuando el control de malezas se hace sobre el cultivo anterior o sobre rastrojos. Atrazina y 2,4D, pueden generar toxicidad y hasta mortandad de plántulas.
  • Carga animal – El manejo de la pastura durante el verano. Si la pastura fue sembrada a fines del invierno o muy al principio de la primavera y las condiciones de temperatura y humedad fueron adecuadas, es posible que antes de entrar al verano (fines de noviembre), se pueda realizar el primer pastoreo siempre y cuando se haya logrado un buen anclaje y siempre cuidando el remanente. Lo ideal es comer con alta carga instantánea y en parcelas que no duren más de tres días. Si se decide usar el primer corte para henificar no habría que cortar muy abajo, es convenientedejar 7 a 8cm de remanente para asegurar un buen rebrote.
  • Manejo en el primer verano. Este punto es fundamental para la persistencia de la pastura, especialmente con especies como festuca y pasto ovillo que van a llegar al verano con una muy pequeña raíz por lo que se debe cuidar de no sobrepastorear. Las altas temperaturas del verano con suelo descubierto pueden matar muchas plantas, por lo que es importante dejar remanentes de 10 a 12cm y comer solo si está asegurada la humedad del suelo para el rebrote.
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Las siembras de primavera, entonces, si bien no siempre son seguras, permiten adelantar la puesta en producción de una pastura. De no poder cumplir con las recomendaciones anteriores es siempre conveniente esperar hasta el otoño del año siguiente para implantarla y esto obligaría a buscar otras alternativas forrajeras para cubrir el déficit que se produce por la falta de esa superficie empastada. Una buena opción es el sorgo forrajero de tipo azucarado.

Una situación que se puede dar en la primavera y no es favorable para la implantación de la alfalfa, es que al existir buenas condiciones de temperatura, la parte aérea de la planta se desarrolle más rápidamente que la parte radical, es decir la raíz. En estas condiciones, de producirse una sequía estival, las plantas no podrán absorber agua en profundidad, debido a que sus raíces son pequeñas y poco desarrolladas, y además, al tener un gran desarrollo foliar la pérdida de agua por evapotranspiración será mayor. En dicha situación, se corre el riesgo de que ocurra la pérdida de la nueva pastura.

Otro factor a tener en cuenta en la siembra de primavera es que el cultivo se verá expuesto a una mayor cantidad de malezas de rápido crecimiento inicial que competirán con la alfalfa por agua, luz y nutrientes. Para salvar este tipo de situaciones, se puede contar con el uso de herbicidas de presiembra y postemergencia que aseguren la implantación de esta leguminosa en primavera.

Alfalfa pura en primavera, considerando todo lo antes dicho….se puede negociar …pero si mucho cuidado con la siembra de pasturas consociadas en primavera (leguminosa – alfalfa, con una gramínea – festuca, cebadilla, pasto ovillos), ya que como dijimos antes, las siembras de primavera suelen estar caracterizadas por una alta competencia con las malezas, y cuando el grupo de malezas típicas posee un alto porcentaje de gramíneas, estamos en problemas ya que al intentar controlar las malezas con algún herbicida graminicida selectivo se eliminarán también las gramíneas forrajeras.

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Un aspecto importante que hace al manejo con animales de una pastura implantada en primavera es que luego de comprobar que no se observa tierra descubierta (“los surcos se cierran”) y que el volumen de pasto supera los 15cm aproximadamente, hay que comprobar el anclaje de las plantas, ya que como se mencionó, el desarrollo radicular es menor, y por lo tanto las plantas pueden ser arrancadas por los vacunos cuando pastoreen. Para ello hay que envolver a las plantas con la mano (simulando la aprensión que realizan los bovinos con la lengua al comer) y tirar hacia arriba. Si el forraje se corta y no se arranca de raíz, existe entonces un anclaje adecuado. La categoría animal adecuada para el primer pastoreo de una pastura implantada en primavera son los novillitos de recría, animales livianos, cuyas pezuñas van a afirmar el piso pero no van a producir “pisoteo”. El pastoreo se debe efectuar con alta carga, 30 a 40 vacunos por hectárea, con pastoreo rotativo y con una ocupación de no más de 3 días por parcela, para evitar que consuman el rebrote. En primavera, el rebrote se produce rápidamente.

Las pasturas son los recursos forrajeros por excelencia, no solo desde el punto de vista nutricional (excelente balance de nutrientes), sino también desde el potencial productivo y el bajo costo del kilo de la materia seca obtenida, por esto;

“SIEMPRE ES CONVENIENTE REALIZAR UNA BUENA PASTURA”.