Estrategias productivas para la campaña gruesa: cómo apuntar a rindes óptimos con el pronóstico actual
Desde el INTA recomiendan realizar una planificación cuidadosa para aprovechar la fertilidad y humedad del suelo.
Los pronósticos climáticos para la primavera y el verano se presentan con lluvias escasas. Teniendo en cuenta este dato, es importante resaltar que la campaña pasada se vio una gran variabilidad de los rendimientos, en particular en el cultivo de soja.
Desde el INTA explicaron que hubo zonas con rendimientos muy altos y en contraposición, otras de rendimientos bajos o muy bajos, debido principalmente a las grandes diferencias en la disponibilidad de agua. De acuerdo a este antecedente, estaciones de INTA de la provincia de Santa Fe destacan que se debe pensar en una estrategia de producción defensiva.
En este sentido, señalan que el maíz tardío o de segunda ofrece mayor estabilidad, y en el caso de maíz de segunda, permitirían aprovechar el remanente de fertilidad de un trigo de menor rendimiento que el estimado durante la implantación.
En relación a este tema, un asesor del Departamento Caseros, planteó que sería importante pensar en diversificar con otras alternativas productivas, como es el caso de sorgo granífero, buenos precios y márgenes, y girasol, competitivo con soja en lotes de mediana productividad.
Soja
En cuanto a este cultivo, plantearon que en el sur de Santa Fe hay ambientes de alta productividad, ambientes de relieve plano, plano cóncavo, con presencia de napas y con muy buen comportamiento en años normales de cultivares de grupos cortos y siembras de octubre. “En estas condiciones, siembras tempranas y cultivares de grupos cortos sería muy riesgoso, tendrían su momento crítico fines de diciembre, principios de enero y no tendrían napa”, explicaron desde el organismo.
Por otra parte, recomendaron atrasar la siembra y elegir cultivares más largo ya que sería la estrategia más conveniente. “En ambientes de mediana fertilidad, de relieve plano (sin napas) con siembras en años normales de fines de octubre, primera quincena de noviembre con cultivares 3 largo, 4 corto y 4 medio, se recomienda retrasar siembra y apuntar a un cultivar de mayor desarrollo vegetativo y mayor ciclo que desplacen su momento crítico a febrero”, explicaron desde INTA.
Por su parte, en lotes de baja productividad, los cultivares grupo 5 corto y medio (los cultivares más difundidos en estos lotes) y siembras de segunda y tercera década de noviembre nos otorgarían mayor estabilidad, plantearon en el informe desde las estaciones del INTA.
Fuente: Agrofynews