Rutina de ordeno
Este material fue extraído del Manual para Operarios de Tambo realizado por INTA. Un trabajo muy valioso no solo para operarios de tambo sino para aquellos que trabajan en el campo y tienen el ordeñe como rutina.
La capacitación es una herramienta que nos ayuda a mejorar el trabajo, reforzar métodos y formas de hacer las cosas. Los tambos necesitan personal capacitado, que pueda afrontar y resolver con criterio las diversas técnicas y prácticas de manejo del sistema productivo.
Desarrollo de la ubre o “glándula mamaria”
El tejido que formará la ubre ya se empieza a diferenciar desde antes que la ternera nazca. A partir del nacimiento, este tejido crece en forma proporcional al resto del cuerpo. Cuando llega a la pubertad, el tejido crece aceleradamente, alcanzando su máximo desarrollo después de la preñez y en el momento del parto. Durante este período, se diferencian claramente las células que producirán la leche y los canales interiores. Después del parto se inicia la lactancia. En los primeros 5-6 días la vaca produce calostro. El calostro se diferencia de la leche porque tiene más sólidos totales, grasa, proteínas, minerales y vitaminas, y menos lactosa (azúcar). El calostro no es leche, por este motivo, se debe ordeñar aparte.
Cuando se llega al final de la lactancia disminuye la producción de leche porque hay cambios hormonales y se reduce el tejido secretor. La ubre mantiene un tamaño mínimo durante el período seco. Durante el final de la lactancia e inicio del período seco desaparecen una gran cantidad de células productoras de leche.
Luego, el proceso se vuelve a reiniciar en el siguiente parto, donde se reconstituye el tejido encargado de producir leche. La lactancia dura aproximadamente 10 meses, o sea, unos 300 días. Entre los 50 y 70 días después del parto, se produce el pico de producción, es decir, la máxima cantidad de leche diaria. Pasado este momento, esa producción comienza a disminuir en forma gradual, hasta llegar al secado.
La cantidad de grasa y proteína en la leche es inversa a la cantidad de leche producida, es decir, que cuanta más leche produzca la vaca, menor es el porcentaje de grasa y proteína. Los valores de grasa y proteína son bajos al inicio de la lactancia, medios durante el pico de producción y máximos al final de la misma. El potencial de producción de leche de una vaca depende de su genética y del manejo alimenticio y sanitario que se realice desde la crianza hasta el parto. Los cuidados que se deben tener durante la crianza y la recría serán desarrollados en módulos específicos de este curso.
Anatomía de la ubre. Producción y almacenamiento de la leche.
¿Cómo es la ubre por fuera?
La ubre está formada por cuatro “cuartos” independientes. La leche que se produce en un cuarto no puede, de ningún modo, pasar a otro. Normalmente, los cuartos delanteros producen el 40% de la leche y los traseros, el 60% restante. La ubre está sostenida por varios tejidos, siendo los más importantes: la piel, el ligamento suspensor medio y los ligamentos laterales.
Es importante que la ubre tenga ligamentos suspensores resistentes, ya que cargada de leche puede llegar a pesar hasta 50 kg. Si los tejidos que sostienen la ubre no son lo suficientemente fuertes, se produce el problema conocido como “ubre descolgada”.
Estas ubres pueden sufrir los siguientes problemas:
- Están mucho más expuestas a los golpes.
- Presentan dificultad para ordeñarse correctamente .
- Tienen mastitis con mayor frecuencia.
Las vacas con ubres descolgadas deberían ser descartadas del tambo.
¿Cómo es la ubre por dentro?
Como se dijo antes, cada pezón libera solamente la leche de su propio cuarto, y lo hace a través de un orificio que se llama meato o esfínter del pezón.
Esta zona está formada por un fuerte tejido muscular que:
- Mantiene cerrado ese orificio.
- Impide la salida de la leche.
- Evita que ingresen suciedad y bacterias a la glándula.
Si este tejido se deteriora por lastimaduras, mal funcionamiento de la ordeñadora o enfermedades, predispone a la aparición de mastitis. Subiendo, se observa una cavidad denominada cisterna del pezón. Más arriba, hay una zona donde se inserta el pezón a la ubre, que se llama pliegue anular. En el pliegue anular se produce el corte de la circulación de la leche cuando las pezoneras trepan.
Luego, se encuentra la cisterna de la glándula, que es una estructura que funciona como un gran colector de la leche. A partir de la cisterna, y continuando hacia arriba, podemos observar numerosas ramificaciones que se llaman conductos o canales, y es por donde se mueve la leche. Estos canales terminan su “recorrido” en el tejido secreto
¿Dónde se fabrica la leche?
Se “fabrica” en la parte superior de la glándula mamaria, o sea, en el tejido secretor. Este tejido secretor tiene la forma de un racimo de uvas, donde los tallos serían los conductos y cada grano de uva, los alvéolos mamarios.
Dentro de cada alvéolo se encuentran las células secretoras, es decir, las encargadas de tomar de la sangre los nutrientes necesarios para fabricar la leche. La leche producida por cada célula secretora, es volcada al interior de cada alvéolo (a la cavidad llamada lumen). Cada lumen está conectado con canales que se van engrosando y desembocan en la cisterna de la glándula.
¿Dónde se almacena la leche?
Haciendo un corte transversal de la ubre, podemos observar dos sectores de ubicación o almacenamiento de la leche:
1 – Uno superior, donde se almacena la leche alveolar.
2 – Uno inferior, donde encontramos la leche cisternal.
Normalmente, antes del inicio del ordeño, el 70 % de la leche fabricada se encuentra en la parte superior como leche alveolar (en lumen y conductos). El 30 % restante, se encuentra en la parte inferior de la glándula como leche cisternal (en la cisterna de la glándula y en la cisterna de los pezones). La composición de la leche alveolar es diferente a la cisternal, ya que la primera tiene dos o tres veces más grasa que la segunda. Esto explica por qué, cuando se ordeña, la primera leche tiene menos grasa que la última. En cuanto a la cantidad de proteínas, prácticamente no hay diferencias entre los dos tipos de leche.
Con respecto a las células somáticas, ocurre algo similar, la cantidad es mínima al principio, y máxima al final del ordeño.
Bajada de la leche
Ya se observó que una cantidad importante de leche se encuentra en la parte superior de la ubre.
Entonces, para poder ordeñar completamente a una vaca, hay que:
- Extraer la leche fácilmente disponible (leche cisternal).
- Obtener la leche más “difícil” (leche alveolar)
La única posibilidad que existe para que podamos extraer toda esa leche, es lograr que la vaca “participe activamente” del ordeño.
¿Cómo “participa” la vaca?
Su participación la realiza a través de lo que conocemos como “bajada de la leche”.
¿Cómo se produce la bajada de la leche?
Para que se produzca la bajada de la leche, la vaca debe tener ciertos estímulos.
Estos estímulos pueden ser de diferentes tipos:
- El entorno de la sala de ordeño.
- El masaje y lavado de los pezones.
- Los ruidos y movimientos característicos del tambo.
- El suministro de alimento dentro de la sala de ordeño.
- El funcionamiento de la ordeñadora.
Todos estos estímulos, sumados, definen un buen ambiente, lo que favorece la realización de un ordeño correcto y completo.
Los estímulos producen un impulso nervioso que llega al cerebro de la vaca, el cual ordena la liberación de una sustancia (hormona) llamada oxitocina.
Cuando la oxitocina llega a la ubre y, más precisamente, a los alvéolos mamarios, actúa sobre el músculo que los envuelve, provocando una contracción.
Con esa contracción aumenta la presión y la leche es expulsada hacia abajo.
De este modo, se produce la “bajada de la leche”.
Como ejemplo, se puede pensar como una mano que aprieta una esponja:
- La mano sería el músculo.
- La esponja es el tejido mamario.
- Lo que sale de la esponja es la leche.
- Lo que le da fuerza a la mano es la oxitocina
La acción de la hormona (oxitocina) dura poco tiempo.
Por este motivo es muy importante colocar las pezoneras lo más rápido posible, una vez terminados los pasos previos de la rutina.
Si se demora mucho, desaparece la presión ejercida (o sea, la acción de la oxitocina), la “esponja” se empieza a relajar y la leche sube en vez de bajar.
Entonces, el ordeño será incompleto.
Pasos de una correcta rutina de ordeño
La rutina de ordeño es el conjunto de trabajos que se deben hacer día a día, para ordeñar toda la leche fabricada por la vaca.
Este objetivo debe cumplirse, sin alterar la calidad original de la leche y sin causar lesiones en la ubre.
La rutina comienza con el arreo de las vacas hacia las instalaciones de ordeño, y finaliza cuando las vacas vuelven al potrero o lugar de encierre. Uno de los aspectos que diferencia a los tambos comerciales eficientes, de los que no lo son, es que todos aplican una correcta rutina de ordeño y la mantienen en el tiempo. Esos tambos eficientes obtienen así altas producciones, calidad de leche y buenos resultados económicos.
¿Qué efecto puede tener la aplicación de una mala rutina?
Si los pasos de una rutina no son correctos, se puede afectar:
- 1- La producción de leche.
- 2- La calidad de la leche.
- 3- La sanidad de la ubre
1– ¿Cómo se puede afectar la producción de leche
Antes se mencionó que una vaca bien estimulada posibilitará un ordeño rápido y completo. Para ello existen una serie de condiciones que ayudan a ordeñar “a fondo” una vaca:
- La estimulación manual de los pezones.
- El funcionamiento de la ordeñadora.
- Que no haya personas extrañas, ni perros, ni maltratos.
- Que las instalaciones sean seguras y estén limpias
Si se dan estas condiciones, una vez finalizado el ordeño no quedará casi nada de leche alveolar y una muy pequeña cantidad de leche cisternal (menos de 100-150 ml por cuarto).
Si, por el contrario, las condiciones no son las adecuadas:
- La ordeñadora funciona mal.
- La rutina cambia todos los días.
- No se prepara correctamente la ubre.
- Hay personas o ruidos extraños.
- Las instalaciones son incómodas y/o inseguras
Entonces, la bajada de la leche no es completa y sólo se extrae una parte de la misma, quedando en la ubre más de 500-600 ml.
En estos casos no sólo queda leche en la cisterna, sino que además queda leche en los alvéolos. Y, como bien se sabe, esta leche alveolar tiene alta cantidad de grasa.
Este problema no sólo se limita a una menor cantidad de litros ordeñados. Sino que, además, la leche que queda adentro afecta la velocidad de fabricación entre ordeños.
Si esto se repite a menudo, la cantidad de leche de la lactancia completa puede disminuir.
Por otra parte, el ordeño incompleto es una de las causas de la aparición de mastitis.
2 – ¿Cómo se puede afectar la calidad de la leche?
Los pezones se ensucian entre ordeños y esta suciedad contiene millones de bacterias que no vemos.
La cantidad de suciedad (barro, estiércol) y bacterias presentes en los pezones, aumenta si:
- Los callejones, aguadas y corrales de encierre están en mala condiciones de mantenimiento.
- Las condiciones climáticas son desfavorables (especialmente lluvias y temporales).
Por lo tanto, es muy importante realiza una adecuada limpieza de los pezones (rutina de preparación de pezones) antes de colocar las pezoneras. De lo contrario, si colocamos las pezoneras en pezones sucios o mal lavados, esa suciedad más las bacterias pasarán a la leche, aumentando los recuentos.
¿Cuál es la correcta rutina de preparación de pezones, antes de colocar las pezoneras?
Como punto de partida se hablará de los pezones y no de toda la ubre, porque siempre se debe limitar el trabajo a los pezones. Numerosos estudios demostraron que si se toma como valor “100” al recuento de bacterias existentes en la leche, cuando se colocan directamente las pezoneras ese valor baja a “30-40” si solamente se lavan. Y si además de lavar, se secan los pezones, ese valor baja hasta “10- 15”.
Si se pretende que sean pocas las bacterias que pasen a la leche, se deben lavar y secar todos los pezones en todos los ordeños.
3 – ¿Cómo se puede afectar la sanidad de la ubre?
Hay varios pasos de la rutina de ordeño durante los que se podría ver afectada la sanidad de la ubre.
Esos pasos son:
- Orden de ordeño.
- Extracción de los primeros chorros (o “despunte”).
- Colocación de las pezoneras.
- Retiro de las pezoneras (final del ordeño).
- Desinfección de los pezones (“sellado”).
A continuación se desarrollan estos pasos:
El orden de ordeño
Como ejemplo, se presentan los resultados de un ensayo realizado en 2 rodeos:
En uno de los rodeos (formado por algunas vacas sanas y otras enfermas de mastitis) se las ordeñó mezcladas, en forma desordenada.
En el otro rodeo, las vacas enfermas estaban debidamente identificadas y siempre se las ordeñaba al final.
Un año después, se contaron los nuevos casos de mastitis en cada rodeo. En el primero (sin orden de ordeño), la cantidad de nuevas infecciones mamarias fue 10 veces más alto que en el segundo grupo (donde las enfermas se ordeñaban al final).
Por lo tanto, la recomendación es: identificar a las vacas enfermas y ordeñarlas siempre al final. De esta manera, se reduce el riesgo de contagiar a las que están sanas.
. Extracción de los primeros chorros (o “despunte”)
La práctica de extraer los primeros chorros se realiza para detectar rápidamente las vacas con mastitis clínicas.
Debe sacar, al menos, dos chorros de cada pezón. La aparición de grumos indica la presencia de la enfermedad. Utilizar una malla tipo filtro o una taza de fondo oscuro, para ver mejor los grumos.
Con la extracción de los primeros chorros no curamos, solamente detectamos a las vacas enfermas. Una vez detectadas las vacas enfermas, se las debe identificar y hacerles el tratamiento correspondiente (establecido por el veterinario).
Más rápido se detecte y trate la mastitis, hay más posibilidades de cura y menos descarte de leche.
Recomendaciones:
- Siempre hacer el despunte antes de lavar los pezones.
- Hacer la prueba de primeros chorros todos los días en todos los ordeños a todas las vacas.
- Identificar las vacas enfermas y ordeñarlas en un tacho separado, porque su leche es de mala calidad.
- Separar las vacas a la salida del tambo para su tratamiento y recordar que en el próximo ordeño las debe ordeñar al final.
- Respetar las indicaciones del veterinario.
Colocación de las pezoneras
Es importante colocar las pezoneras rápidamente, y tratando de evitar ingresos de aire.
Para facilitar esta tarea, se recomienda:
- Poner el colector en posición de colocación, antes de abrir la válvula de corte de vacío.
- Tratar de que las pezoneras se estrangulen en la unión con el colector.
- Abrir la válvula de corte una vez que está cerca de la vaca.
- Empezar por el pezón más alejado y difícil de colocar.
- Dejar para lo último el pezón más fácil.
- Una vez colocada la pezonera, alinear el tubo largo de leche, evitando que éste haga palanca.
- Colocar tapones en los casos en que la vaca tenga sólo tres pezones.
¿Qué ocurre si entra aire a la ordeñadora?
El ingreso de aire a la ordeñadora provoca fluctuaciones de vacío, y eso puede hacer bajar el nivel de vacío general.
Estos efectos se asocian a nuevas infecciones mamarias y a ordeños más lentos.
Además, el batido de la leche por el ingreso de aire daña la grasa, provocando la formación de manteca y gusto rancio.
Es importante colocar rápido las pezoneras, evitando los ingresos innecesarios de aire a la ordeñadora
¿Qué hacer durante el ordeño?
Si se observa o se escucha deslizamiento de las pezoneras, “chillido”, se debe actuar rápidamente:
- Si no existe circulación de leche, retire el grupo de ordeño.
- Si aún hay leche circulando, se acomodan las pezoneras en su ubicación correcta, para que el ordeño continúe normalmen
Si observa que hay caídas del grupo de ordeño, en forma inmediata se debe:
- Cortar el vacío (en el caso que no se haya cortado).
- Lavar el grupo de ordeño con la manguera lava-pezones.
- Colocar nuevamente el grupo de ordeño.
En el caso que estos problemas se repitan con mucha frecuencia (deslizamiento, caída) es probable que:
- Sea necesario cambiar las pezoneras (ya que éstas se deben cambiar cuando superen los 2500 ordeños)
- Se deba llamar rápidamente al servicio técnico porque la máquina está funcionando mal
Por último, se debe evitar que las vacas se sobreordeñen, es decir, que las pezoneras sigan colocadas sin existir circulación de leche.
Si se producen sobreordeños de varios minutos y ello se repite durante varios ordeños seguidos, se provocarán daños en los pezones, lo que favorecerá el desarrollo de nuevas infecciones.
Cuando se observa que no existe circulación de leche, es necesario retirar el grupo de ordeño.
Retiro de las pezoneras (final del ordeño)
Como se ha visto, si el ordeño se desarrolló normalmente (vacas estimuladas, máquina funcionando correctamente, buen ambiente de ordeño, etc.) va a quedar muy poca leche cisternal en la ubre (menos de 100/150 ml) y la ubre se notará flácida y vacía.
Frente a esta situación, debemos retirar el grupo de ordeño de la siguiente manera :
Se corta el vacío a través de la válvula incorporada al colector. De ese modo, el ingreso de aire por el orificio que tiene el colector hará que en pocos segundos las cuatro pezoneras se desprendan solas, sin lastimar ni estirar los pezones.
No se debe escurrir o apoyar pesos en el colector, tratando de sacar hasta la última gota de leche. Porque esta práctica demora el ordeño y es muy peligrosa para la sanidad de ubre, especialmente cuando se hace ingresar aire por la boca de la pezonera.
En algunas vacas (por las características de la ubre o porque son muy “duras”) las pezoneras trepan interrumpiendo la circulación de leche, mucho antes que la ubre se vacíe completamente.
Si ello ocurre se deberá hacer presión hacia abajo en el colector para extraer la leche remanente. Hay que hacerlo con mucho cuidado y tratando de evitar ingresos de aire por la boca de la pezonera.
Posteriormente, se retira el grupo de ordeño. Nunca se deben poner pesos en el colector (ladrillos, pedazo de hierro), porque cada unidad de ordeño ya viene balanceada y equilibrada.
Desinfección de los pezones (“sellado”)
El producto conocido como sellador está compuesto por:
- Un desinfectante, que mata las bacterias.
- Agentes suavizantes, que humectan y mejoran la piel de los pezones.
Al final del ordeño, el meato o esfínter del pezón (agujero por donde sale la leche) queda abierto y dilatado por unas horas.
Esto favorece que las bacterias puedan ingresar al pezón y provocar una nueva infección. Por este motivo, se debe aplicar el sellador a todos los pezones, al final de cada ordeño.
Esta práctica no cura las vacas enfermas, pero es muy efectiva para prevenir nuevas infecciones.
RECUERDE: La aplicación de una adecuada rutina de ordeño todos los días, le asegura más leche y de mejor calidad.
Repaso de la correcta rutina de ordeño:
- Arreo de las vacas desde el potrero hasta el corral de espera.
- Ingreso al corral de espera.
- Ingreso a la sala de ordeño.
- Orden de ordeño.
- Lavado y secado de los pezones (estimulación).
- Extracción de los primeros chorros (o “despunte”).
- Colocación de las pezoneras.
- Retiro de las pezoneras.
- Desinfección de los pezones.
Este manual ha sido realizado por el equipo de trabajo de INTA RAFAELA
- EDITOR RESPONSABLE: Ing. Agr. Carlos Callaci (Director)
- COORDINACIÓN GENERAL: María Rosa Scala
- ASESORAMIENTO COMUNICACIONAL Y CORRECCIÓN FINAL: Lic. Mariana Mascotti